100 000 católicos recibieron al Papa

Todos los caminos conducen a Roma, dice el viejo refrán. Ayer esto fue literalmente cierto, con 100 000 fieles, o quizás un poco más según el cálculo del alcalde romano Gianni Alemanno, copando la plaza de San Pedro, a la espera del nuevo Papa.

Cuando apareció el humo blanco, luego de cuatro versiones negras, estalló el júbilo en una plaza que reunía, no solo a italianos, sino a católicos de diferentes nacionalidades. Ya en la mañana hubo expectativa en el lugar, seguida por una ola de angustia cuando el humo negro brotó de la chimenea de la Capilla Sixtina.

Habían pasado unos minutos de las 19:00 horas locales cuando se vio salir humo blanco. Decenas de miles de personas saltaron de la emoción y corrieron hacia la plaza San Pedro, mientras repiqueteaban las campanas para saludar la elección del nuevo jefe de la Iglesia Católica, que resultó ser Jorge Mario Bergoglio.

"La gente soltó todo lo que tenía y echó a correr", relató la alemana Sabrina Eberhardt, de 32 años, que se encontraba de camino al Vaticano, donde la muchedumbre aclamaba al nuevo Papa.
A pesar del frío clima, miles de personas aguantaron durante horas en la plaza San Pedro para no perderse la fumata de la noche.
Como señal de la alegría de la gente sonaron las campanas de la Basílica de San Pedro. "Viva il Papa", resonaba en la plaza. La gente ondeaba banderas, saltaba como niños, cantaba, reía.