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lunes, 18 de febrero de 2013

Cardenal Odilio Pedro Scherer, 63 años


Odilo Pedro Scherer (nacido el 21 de septiembre 1949) es un Cardenal brasileño de la Iglesia Católica. Actualmente se desempeña como arzobispo de São Paulo, y fue elevado al cardenalato en 2007.
Scherer, un alemán-brasileño, nació en Cerro Largo (Rio Grande do Sul), siendo sus padres Edwino y Francisca (Steffens née) Scherer, y es pariente lejano del difunto cardenal, arzobispo de Porto Alegre, Alfredo Scherer. Su madre era descendiente de alemanes inmigrantes de Saarland.
Después de asistir a los seminarios menor y mayor en Curitiba, Scherer estudió en la Pontificia Universidad Católica de Paraná y en la Pontificia Universidad Gregoriana (de donde obtuvo su doctorado en Teología Sagrada en 1991), en Roma. Fue ordenado al sacerdocio por el Arzobispo Armando Cirio, el 7 de diciembre de 1976.

Profesor

Se desempeñó como director y profesor en el seminario diocesano de Cascavel (1977-1978), el seminario diocesano de Toledo (1979-1982, 1993), y el Centro Interdiocesano de Teología de Cascavel (1991-1993).
Antes de hacer pastoral, trabajo en Toledo desde 1985 a 1988, Scherer enseñó filosofía en Ciências Humanas Arnaldo Busatto (1980-1985), y teología en el Instituto Teológico Paulo VI (1985). Luego enseñó en la Universidad Estadual do Oeste do Paraná hasta 1994.
De 1994 a 2001, él era un parte de la Congregación para los Obispos en la Curia romana, mientras que actuaba como un párroco en Roma y capellán durante su tiempo libre.[1]

 Obispo y Arzobispo

El 28 de noviembre de 2001, Scherer fue nombrado Obispo Auxiliar de São Paulo y Obispo titular de Novi. Recibió su consagración episcopal el 2 de febrero de 2002 del cardenal Cláudio Hummes, con los arzobispos Armando Cirio y Anuar Battisti como co-consagrantes. Fue nombrado Secretario General de la Conferencia Episcopalbrasileña en el año 2003.

Cardenal

El Papa Benedicto XVI nombró a Scherer como el séptimo arzobispo de São Paulo el 21 de marzo de 2007. Volvió a colocar al Cardenal Hummes, que fue hecho prefecto de la Congregación para el Clero, y por lo tanto puso fin a casi cuatro décadas de liderazgo franciscano en la Arquidiócesis. El prelado brasileño acompañó al Papa Benedicto XVI en gran parte de su visita a Brasil en mayo de 2007, también pronunció un discurso durante una ceremonia para celebrar la llegada del Papa.
El 17 de octubre de 2007, el Papa anunció que iba a hacer a Scherer un cardenal. Scherer fue elevado al Colegio cardenalicio en el consistorio de la Basílica de San Pedro el 24 de noviembre de 2007, convirtiéndose en sacerdote de la Iglesia de San Andrés del Quirinal.[2]
El 12 de junio de 2008, además de sus principales funciones fue nombrado por Benedicto XVI como miembro de la Congregación para el Clero.[3] El 05 de enero 2011 fue nombrado como uno de los primeros miembros del recién creado Pontificio Consejo para la Promoción de la la Nueva Evangelización.[4]
Es considerado por algunos como papable y es considerado por muchos como el principal candidato a convertirse en el sucesor del Papa Benedicto XVI.[5]

 Panorama general

Scherer es considerado como teológicamente moderado.[6]

 evangelización

De acuerdo con un articulo de la pagina web de noticias católicas, ZENIT el 23 de julio 2010, el cardenal Scherer piensa que hay un "déficit de evangelización" en todo el mundo hoy en día, por lo que el Papa Benedicto XVI estableció una nueva división de la Curia Romana para lidiar con eseo tema. Scherer, citado en el artículo diciendo que el Papa "trae a todos a entender que esta [nueva evangelización] es un objetivo suyo, y que debe ser la actitud de la Iglesia en todo el mundo, para responder a los desafíos del presente y al "cambio de época en la historia de la humanidad."

El laicismo en Brasil

Ha argumentado que la eliminación de los crucifijos en lugares públicos no sería del mejor interés de la laicidad de Brasil.[7]

Los sacerdotes y la liturgia

En referencia a la popular sacerdote brasileño Marcelo Rossi, Scherer declaró que, "Los sacerdotes no son hombres del espectáculo...La Misa no se transforma en un espectáculo".[8]

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