La Iglesia propone a los cristianos una oración más intensa en el Octavario por la unidad de los cristianos, durante la semana del 18 al 25 de enero, fiesta de la Conversión de San Pablo.
Con el mismo espíritu
Con el mismo espíritu
Imagen de un encuentro ecuménico de oración por la unidad de los cristianos en Roma. 25 de enero de 2010
—Te hablo muy seriamente: que por ti no se lesione esta unidad santa. ¡Llévalo a tu oración!
Forja, 632
Ofrece la oración, la expiación y la acción
por esta finalidad: «ut sint unum!» –para que todos los cristianos
tengamos una misma voluntad, un mismo corazón, un mismo
espíritu: para que «omnes cum Petro ad Iesum per Mariam!» –que
todos, bien unidos al Papa, vayamos a Jesús, por María.
Forja, 647
Cuídame tu oración diaria por esta intención: que todos los católicos seamos fieles, que nos decidamos a luchar para ser santos.
—¡Es lógico!, ¿qué vamos a desear para los que queremos, para los que están atados a nosotros por la fuerte atadura de la fe?
Forja, 925
Habla Jesús: "Así os digo yo: pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá". Haz oración. ¿En qué negocio humano te pueden dar más seguridades de éxito?
Camino, 96
Agrandar el corazón
Fresco de San Pedro y San Pablo. Monasterio del Monte Athos.
Amar a la Iglesia, 28
La efusión del Espíritu Santo, al cristificarnos, nos lleva a que nos reconozcamos hijos de Dios. El Paráclito, que es caridad, nos enseña a fundir con esa virtud toda nuestra vida; y consummati in unum, hechos una sola cosa con Cristo, podemos ser entre los hombres lo que San Agustín afirma de la Eucaristía: signo de unidad, vínculo del Amor.
Es Cristo que pasa, 87
Vivir la unidad
¡Con qué acentos maravillosos ha hablado Nuestro Señor de esta doctrina! Multiplica las palabras y las imágenes, para que lo entendamos, para que quede grabada en nuestra alma esa pasión por la unidad. Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en mí no lleva fruto, lo cortará; y a todo aquel que diere fruto, lo podará para que dé más fruto... Permaneced en mí, que yo permaneceré en vosotros. Al modo que el sarmiento no puede de suyo producir fruto si no está unido con la vid, así tampoco vosotros, si no estáis unidos conmigo. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; quien está unido conmigo y yo con él, ése da mucho fruto, porque sin mí nada podéis hacer (Jn XV, 1-5).
Amar a la Iglesia
Es necesario actualizar esa fraternidad que tan hondamente vivían los primeros cristianos
Conversaciones, 61
San Josemaría durante un encuentro con amigos de la Universidad de Navarra. Pamplona. 1967
Unidad y variedad. —Habéis de ser tan varios, como variados son los santos del cielo, que cada uno tiene sus notas personales especialísimas. —Y, también, tan conformes unos con otros como los santos, que no serían santos si cada uno de ellos no se hubiera identificado con Cristo.
Camino, 947
Llevo todo el día en el corazón, en la cabeza y en los labios una jaculatoria: ¡Roma!
Surco, 344
Quiero recordaros las palabras que nos propone San Cipriano: se nos presenta la Iglesia universal como un pueblo que obtiene su unidad a partir de la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amar a la Iglesia, 1
Con la ayuda mutua
Piensa en tu Madre la Iglesia Santa, y considera que, si un miembro se resiente, todo el cuerpo se resiente.
—Tu cuerpo necesita de cada uno de los miembros, pero cada uno de los miembros necesita del cuerpo entero. —¡Ay, si mi mano dejara de cumplir su deber..., o si dejara de latir el corazón!
Forja, 471
Tendrás más facilidad para cumplir tu deber al pensar en la ayuda que te prestan tus hermanos y en la que dejas de prestarles, si no eres fiel.
Camino, 549
El punto de referencia: Pedro
El amor al Romano Pontífice ha de ser en nosotros un hermosa pasión, porque en él vemos a Cristo
Amar a la Iglesia, 30
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